- Rally se llevó a cabo en el Colegio Científico de Costa Rica Sede Pérez Zeledón en las instalaciones de la Universidad Nacional, Región Brunca.
Pérez Zeledón, 14 de noviembre, 2011. Aunque era difícil de creer que pudieran congelar agua en medio del bochornoso calor de esta mañana en Pérez Zeledón, dos jóvenes lo lograron empleando únicamente hielo y sal.
Incluso, otros tres muchachos fueron capaces de crear un material que se comporta como sólido y a la vez como líquido. Impresionante, ¿no?
Pues así lo sintieron unos sesenta jóvenes de toda la Región Brunca que participaron esta mañana en el primer Rally de Ciencia del Club Talento Joven, en el cual la ciencia los dejó boquiabiertos y, tal vez, hasta un poco desafiados.
La mayoría de estos jóvenes fueron convocados tras realizar el examen de admisión al Colegio Científico de Costa Rica en su sede de Pérez Zeledón, mientras que el resto ya forman parte formalmente de esta institución. Representantes de más de diez colegios participaron en este encuentro.
Ellos eran quienes justamente tenían el control de las actividades, puesto que en cada estación que componía el rally, debían guiar, explicar y evaluar a los grupos de jóvenes estudiantes en una serie de acertijos de ciencia y tecnología.
“Esta es la primera vez que se crea una iniciativa del gobierno orientada a promover las vocaciones de los jóvenes hacia la ciencia y la tecnología con un enfoque de diversión”, explicó Alejandro Hernández, director de Fomento de la Ciencia y Tecnología del Ministerio de Ciencia y Tecnología (MICIT).
“Una de las maneras de aprender es, justamente, enseñando, y el hecho de que jóvenes enseñaran a jóvenes eliminaba barreras y temores, de modo que eliminan el miedo de ser criticados”, agregó Hernández.
El Club Talento Joven es una iniciativa del MICIT lanzada hace tres meses. Su misión es apoyar la promoción de las vocaciones científico-tecnológicas de maneras lúdicas, creativas y accesibles para todos los jóvenes del país. Este primer Rally de Ciencia es una nueva modalidad de este Club, que se pretende llevar a otras regiones del país con la ayuda de otras sedes de Colegios Científicos de Costa Rica.
Aprender jugando. Una de las siete estaciones que componía este Rally se trataba de identificar si una sustancia era ácida o era básica mediante un indicador a base de repollo morado.
Según explicó el estudiante Isaac Mora, de quinto año, la antocianina ─un pigmento del repollo morado─ se extrae añadiéndole al repollo un poco de alcohol. A su estación, custodiada por sus compañeros David Elizondo, Steven Freer y Luis Arias, llegaban todos los equipos para comprobar si esta solución cambiaba de color al ser introducida en un recipiente que contenía vinagre y otro que contenía bicarbonato de sodio.
“Esta sustancia cambia de color debido a que es capaz de reaccionar frente a un ácido o una base. En este caso, frente al vinagre, que es ácido acético, de un color rosado pasa a un rosado más oscuro, mientras que si se encuentra con una base, se torna azulado”, le explicó Mora a los demás jóvenes cada vez que pasaban por su estación.
Sin embargo, ni en esa ni en ninguna otra estos conocimientos se daban gratuitamente. Así, cada joven debía trabajar en equipo para elaborar sus propias hipótesis y aprender “con las manos en la masa”.
Ese fue el caso de Johan Fallas, quien en una estación explicó a sus colegas de otros colegios cómo una mezcla de fécula de maíz y agua podía comportarse como un líquido y un sólido a la vez ─ en este caso, porque adquiría un comportamiento de los llamados fluidos No Newtonianos, que tienen ambas propiedades al aplicarse una fuerza distinta sobre ellos.
Asimismo, Juliana Hernández y Monserrath Abarca, con sus compañeras Tatiana Fallas y Denisse Quirós, hicieron comprobar a los jóvenes participantes cómo la combinación de ácido acético más bicarbonato de sodio podía apagar la llama de una candela. “Esto se da porque el oxígeno que se necesita para que la llama permanezca encendida se sustituye por el dióxido de carbono que genera la reacción de este ácido-base, y así, se apaga”, explicó Abarca.
Otras estaciones consistían en resolver un problema matemático; congelar agua aprendiendo acerca de los puntos de fusión y congelación; explicar cómo se puede repeler una grasa por medio de una sustancia polar, y explicar la respiración de una planta relacionándola con el cambio climático.
Al final de esta jornada competitiva, a la que no faltaron juegos recreativos, se entregaron tres premios a los equipos cuyo puntaje fue dado por los estudiantes del Colegio Científico con base en el tiempo que invirtieron resolviendo el acertijo y su proceso de resolución.
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